Lo prometido ya no es deuda.

La Deuda Histórica ya es, sólo eso, historia. Gracias al trabajo conjunto de los Gobiernos de España y de Andalucía, el acuerdo sobre la Deuda Histórica es una realidad. Una buena noticia que reportará beneficios para todos.

Son 1.204,41 millones de euros (más de 200.000 millones de las antiguas pesetas) que nos corresponden por derecho. Una cantidad que será destinada a educación, sanidad y vivienda. En definitiva, a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los andaluces y las andaluzas.

Como siempre, el Gobierno de Manuel Chaves ha defendido sólo y exclusivamente los intereses de Andalucía. Frente al rigor y la seriedad de la Junta, la oposición ha jugado con la Deuda Histórica como en una subasta, planteando cifras exorbitantes y sin rigor a última hora ante la cercanía del acuerdo.

Y es que todos sabemos que no es lo mismo estar que estar a tu lado. Por eso, mientras el PP de Javier Arenas bloqueó la liquidación de la Deuda Histórica durante los ocho años de Aznar, el acuerdo definitivo ha llegado de la mano del PSOE en el Gobierno. Ya antes, Zapatero también nos dio los 2.500 millones de euros que el PP nos había quitado.

Si el Gobierno de Felipe González fue el primero en reconocer, en febrero de 1996, la existencia de la Deuda Histórica y fijar un anticipo de 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros), ahora, es otro Gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero, el que da respuesta a lo recogido en nuestro Estatuto de Autonomía.

El PP no ha movido ni un dedo para acordar nada sobre la Deuda Histórica. Nunca ha creído en ello. Ni tan siquiera apoyó el Estatuto de 1981 donde aparecía recogida. La única estrategia de la etapa de Aznar entre 1996 y 2004, con el apoyo sumiso de Arenas, fue la de la asfixia económica y los agravios contra nuestra tierra.

Fue, por tanto, un Gobierno socialista el que empezó a resolver un contencioso histórico y otro Gobierno socialista el que ha puesto el punto final. Sólo el PSOE ha apostado de manera clara por dar a los andaluces y las andaluzas lo que nos corresponde, lo que por derecho es nuestro.

Desde hoy, lo prometido ya no es deuda.